Una traducción por Oscar Zorrilla de la columna de Serge Wroclawski publicada en su blog y en The Guardian. Liberada bajo una licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual (Algunas ediciones a la traducción han sido realizadas en Chile):
Siempre que cuento a alguien sobre OpenStreetMap, ellos inevitablemente me preguntan “¿Por qué no usar Google Maps?”. Desde un punto de vista práctico, es una pregunta razonable, pero últimamente esto no es sólo un problema de practicidad, sino de en qué tipo de sociedad queremos vivir. Discutí este tema en 2008 en una charla sobre OpenStreetMap que dí en el primer encuentro MappingDC. Aquí hay muchos de los mismos conceptos, pero más desarrollados.
En los 1800s, la gente luchaba con el tiempo, no cuanto de este tenían, sino sobre que hora era. Los relojes existían, pero cada pueblo tenía su propia hora, “Hora local”, la cual era sincronizada según los relojes de las ciudades, y mas frecuentemente que no, según las campanas de las iglesias. La hora de los ferrocarriles, y luego la hora media del meridiano de Greenwich (GMT) eventualmente suplantó todas las horas locales, y la mayoría hoy en día piensa en el tiempo como algo universal. Esto se logró en los EE.UU. por la adopción primero de los ferrocarriles, y luego por las universidades y grandes empresas.
El dilema del tiempo de nuestros días es la geografía, y todo el mundo está buscando ser la fuente definitiva. Google gasta mil millones dólares anualmente en el mantenimiento de sus mapas, y eso no incluye los 1.500 millones de dolares que gastaron comprando Waze. Google está lejos de ser la única empresa que trata de poseer todas partes, mientras Nokia compró Navteq y TomTom y Tele Atlas tratan de fusionarse. Todas estas empresas quieren convertirse en la fuente definitiva de lo que está en el suelo.
Eso es porque lo que está en el suelo se ha convertido en un gran negocio. Con dispositivos GPS en cada auto, y un teléfono inteligente en cada bolsillo, el mercado para decirte dónde estás y dónde ir se ha vuelto feroz.
Con todas estas empresas, ¿Por qué necesitamos un proyecto como OpenStreetMap? La respuesta es simplemente que como sociedad, ninguna empresa debería tener un monopolio, así como ninguna empresa tuvo un monopolio sobre el tiempo en los 1800s. Los lugares son un recurso compartido, y cuando se da todo el poder a una sola entidad, les estás dando el poder no sólo para informarte sobre tu ubicación, sino para darle forma. En resumen, hay tres preocupaciones: quien decide lo que se muestra en el mapa, quien decide dónde estás y donde debieras ir, y la privacidad personal.
¿Quién decide lo que se muestra en un mapa de Google? La respuesta es, por supuesto, que Google lo hace. Escuché esta preocupación en una reunión con un gobierno local en 2009 – ellos estaban preocupados sobre usar Google Maps en su página web, ya que Google toma decisiones sobre qué negocios mostrar. Tenían razón sobre preocuparse por este tema ya que un gobierno necesita permanecer imparcial y al externalizar sus mapas, ellos le entregaban el control a un tercero.
Parece inevitable que Google vaya a monetizar las búsquedas geográficas, ya sea con resultados de alta calidad, o dando ordenes de prioridad, si es que no lo han hecho ya (digo, es una coincidencia que cuando la búsqueda de “Desayuno” cerca de mi casa, el primer resultado sea ”Restaurantes SUBWAY®”) .
Por supuesto que Google no es el único proveedor de mapas, es sólo un ejemplo. El punto es que cuando tu utilizas cualquier proveedor de mapas, les estás entregando el control – dejandoles determinar qué características se destacarán, o qué características no se mostraran en lo absoluto.
La segunda preocupación es acerca de la ubicación. Quién define donde está un barrio, o si se deberías ir o no. Esta cuestión fue planteada por la ACLU (Unión Civil Americana de Libertades), cuando un proveedor de mapas estaba proporcionando rutas de conducción (Auto/Bici/Peatón) y usaban esto para determinar si los vecindarios seguros o peligrosos deberían ser parte de su algoritmo. Esto plantea la cuestión de quien determina si un barrio es seguro o no, o si seguro es simplemente una palabra en clave para algo más siniestro.
En este momento, Flickr recopila información de los barrios basado en fotografías que exponen a través de una API. Esta información se utiliza para sugerir etiquetas para tu fotografía, pero sería posible utilizar los límites de los barrios de una manera más sutil, con el fin de afectar cualquier cosa, desde los patrones de tráfico hasta los precios de los inmuebles, porque cuando un proveedor de mapas se vuelve lo suficientemente grande, se convierte en la fuente de la “verdad”.
Últimamente, estos proveedores de mapas tienen un incentivo para recoger información sobre ti de maneras con las que quizás no estás de acuerdo. Tanto Google como Apple recopilan información de tu ubicación al utilizar sus servicios. Pueden utilizar esta información para mejorar la precisión de su mapa, pero Google ya ha anunciado que va a utilizar esta información para realizar un seguimiento de la correlación entre tus búsquedas y donde vas. Con 500 millones de teléfonos Android, se trata de una enorme cantidad de información recogida a nivel individual acerca de los hábitos de las personas, ya sea que estén dando un paseo casual, transportándose al trabajo, yendo a sus doctores, o participando de una protesta. Ciertamente, no podemos ignorar las implicaciones sociales de tantos datos en manos de una sola entidad, sin importar cuán benevolente diga ser. Empresas como Foursquare usan la gamificación para superponer lo que es esencialmente un proceso de recopilación de datos a gran escala, e incluso Google ha entrado en el juego de la gamificación con Ingress, un juego que superpone un mundo artificial sobre éste y anima a los usuarios a recoger los datos de enrutamiento y mapeo de fotos como parte del esfuerzo para luchar contra, o alentar, una invasión extraterrestre.
Ahora que hemos identificado los problemas, podemos examinar cómo OpenStreetMap resuelve cada uno de ellos.
En términos del contenido del mapa, OpenStreetMap es tanto neutral como transparente. OpenStreetMap es un mapa al estilo wiki que cualquier persona en el mundo puede editar. Si una tienda no aparece en el mapa, puede ser añadida, por el propietario de la tienda o incluso por un cliente. En términos de la visualización (renderizado), cada persona o empresa que crea un mapa es libre de hacerlo o mostrarlo como prefiera, pero el mapa principal en OpenStreetMap.org utiliza FLOSS (Software Libre de código fuente abierto) como software de renderización y una hoja de estilo de licencia libre sobre la que cualquiera puede construir. En otras palabras, alguien que este interesado siempre puede crear sus propios mapas basados en los mismos datos.
Del mismo modo, mientras que los motores de enrutamiento más populares de OpenStreetMap usan software libre, incluso si una empresa elige usar otro conjunto de software, un usuario siempre es libre de utilizar su propio software de enrutamiento, y sería fácil comparar los resultados de enrutamiento basado en los mismos datos para encontrar anomalías.
Y por último, con los datos de OpenStreetMap un usuario es libre de descargar algunos o la totalidad de los mapas para uso fuera de linea. Esto significa que es posible utilizar los datos de OpenStreetMap para navegar sin dar tu ubicación a nadie en absoluto.
OpenStreetMap respeta comunidades y respeta a la gente. Si tu aún no estás contribuyendo a OSM, considera ayudar. Si ya eres un contribuyente/colaborador. Gracias.
2 thoughts on “¿Por qué el mundo necesita OpenStreetMap?”