Traducción de una columna de Tod Chadwin en su cuenta en Medium.
Quizás estoy equivocado, pero me parece que el entusiasmo por las bibliotecas para mapas web Leaflet y OpenLayers se ha enfriado en el último tiempo. Después de varios años de real emoción, muchos parecen haber derivado hacia plataformas privativas como Mapbox o Carto. O a Google Maps.
Pero entonces esta semana (N.T.: la semana del 5 de Mayo) Google anunció cambios a su plataforma de mapas:
User Guide | Google Maps Platform | Google Maps Platform | Google Cloud
A partir del 11 de Junio de 2018, tienes que habilitar la facturación con una tarjeta de crédito y tener una API key valida para todos los proyectos…
cloud.google.com
En esta etapa temprana, no afirmo en ningún sentido haber digerido completamente los cambios de Google. Creo que han reducido significativamente su uso gratuito permitido, aumentado en algún grado sus cobros por uso, y ahora requieren detalles de una tarjeta de crédito para todo uso de su API (incluso en el tramo gratuito), pero yo podría estar absolutamente equivocado. Es posible que todos hayamos sobrerreaccionado, y que nos acostumbremos al nuevo normal bastante rápido.
Sin embargo, una proporción significativa de la comunidad de desarrolladores de mapas en linea está en pie de guerra:
Más allá de los detalles, esta es una de esas muestras de los peligros de depender de un único proveedor de servicios comercial, incluso si el servicio del que dependes es gratis. Si el proveedor es comercial, hay cero garantía de que el servicio se mantendrá gratuito.
El resultado de este cambio puede significar que millones de sitios (el nuestro incluido) ahora empezaran a costarle a sus dueños cargos adicionales por uso, y miles de desarrolladores tendrán que investigar alternativas para mapas en linea en los sitios de sus clientes.
Todos deben entender que, aunque que Google es muchas veces retratado como un villano entre aquellos en la comunidad de fuente abierta, y aunque yo tengo el mayor respeto por otros proveedores comerciales de mapas, lo mismo podría pasar con Mapbox, Carto, o cualquier otro con el que suscribas para datos o servicios de mapas. Ese es el trato: tu firmas con un proveedor comercial, y tu pagas lo que ellos cobran. Ese monto puede aumentar. No es malo – es comercio.
Este es el momento tanto para los proveedores de software de fuente-abierta para mapear para gritar desde los techos sobre sus productos, y para OpenStreetMap y otros proveedores de datos abiertos para probar sus inestimable importancia para todos nosotros. Para clarificar esto: si todos nosotros hubiéramos utilizado Leaflet/OpenLayers y OpenStreetMap en lugar de Google Maps, habríamos tenido certeza legal de que que un cambio así nunca nos pillaría mal parados.
Este es mi llamado a los asombrosos desarrolladores de Leaflet y OpenLayers, y a la asombrosa fuerza que es OpenStreetMap, para intervenir ahora. Griten sobre lo que son, y tomen esta oportunidad única en la vida para explicar a la gente porque las discusiones sobre abierto versus privativo no son triviales o fanatismo académico. Ahora tienen un convincente argumento para aquellos que siempre preguntaron: “¿Por qué no usar simplemente Google Maps?”